martes, 26 de octubre de 2021

La Tierra no es plana, pero...y el Universo??

 Usando su teoría de la relatividad, Albert Einstein describió inicialmente, hace 104 años, un universo en el que la materia está distribuida de manera uniforme a escalas suficientemente grandes, cumpliendo el llamado Principio Cosmológico. Pero no solo consideró que había homogeneidad en el espacio, sino también en el tiempo: el universo fue y será siempre el mismo. A Einstein lo que le gustaba era un universo estático, y sus ecuaciones implican que tal universo tiene que ser finito. Para que todo lo que existe sea finito, de alguna manera un rayo de luz debe mantenerse “dentro del universo” (no muy afortunada la frase, ¡por definición no hay nada fuera!, pero el lenguaje tiene muchas limitaciones cuando se enfrenta a la cosmología moderna), por lo que su trayectoria debe curvarse. Es lo que se conoce como un universo con geometría esférica, que no significa que el universo sea una esfera, ya que el concepto de esfera solo tiene sentido si hay algo fuera de ella.

    Para nuestra mente no es fácil digerir que el universo tenga geometría esférica y que en algún momento un rayo de luz pueda volver al punto del que partió, como nosotros podríamos viajar por la superficie terrestre en línea recta y llegar al mismo punto. Estamos hablando de un universo en 3 dimensiones espaciales, curvado completamente. De nuevo, nada fácil de asimilar, nos gusta la geometría euclídea, que es la que aprendemos en el colegio cuando dibujamos triángulos y aplicamos el Teorema de Pitágoras.

Recreación artística de las primeras estrellas.

      Así que cuando a Einstein le informaron desde varias fuentes, por ejemplo Edwin Hubble, de que las observaciones de galaxias indicaban que el universo se expande, no es estático, y cuando por otro lado le dijeron que sus mismas ecuaciones podían describir de manera fidedigna esa expansión, y que como resultado la geometría del universo podía ser euclidiana o plana, seguramente todo el mundo respiró tranquilo. Los humanos somos de mente muy cuadriculada, cartesiana, todo para nosotros es fácil si las líneas paralelas son siempre paralelas, y si un rayo de luz nunca volverá a nosotros después de recorrer todo el universo. El párroco Georges Lemaître le dijo a Einstein que sus ecuaciones sobre la evolución del universo también podían servir para explicar un universo en expansión con un pasado en el que todo estaba concentrado en un volumen muy pequeño, una singularidad, el origen del Big Bang. Es decir, un universo nada estático, algo que Einstein calificó como basado “en cálculos matemáticos correctos”, pero con una “comprensión de la física abominable”.

Continuación... 

Pablo G. Pérez González es investigador del Centro de Astrobiología, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA)

 

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