viernes, 10 de enero de 2020

CRISIS CLIMÁTICA: INCENDIOS DE AUSTRALIA

     Los graves incendios que asolan Australia y que han causado la muerte de al menos 24 personas han afectado también a 480 millones de animales desde el pasado mes de septiembre, según la estimación realizada por Chris Dickman, investigador de la Universidad de Sydney. En esa cifra el profesor incluye tanto a los animales que han resultado muertos directamente por el fuego como a los que se calcula que han fallecido días o semanas después ante la falta de comida, agua o lugares donde cobijarse de depredadores.
     En la cifra de 480 millones de animales -que se basa en un informe de 2007 realizado por la organización conservacionista WWF- se ha contabilizado a mamíferos, reptiles o aves pero no a murciélagos, ranas o insectos afectados por las llamas.
    Entre las víctimas destacan especies emblemáticas de Australia como los koalas, los antequinos o las cucaburras, cuyas poblaciones están quedando muy mermadas.
     Se estima que una tercera parte de los koalas de Nueva Gales del Sur, la región más afectada por los incendios, puede haber muerto, al igual que las poblaciones del "santuario" de la isla Canguro.
    "Los koalas han sido barridos en muchas zonas, y los que han conseguido sobrevivir no tienen donde comer ahora, con sus hábitats desaparecidos", ha advertido Mike Letnic, profesor de la Universidad de Sydney, la ciudad australiana que la semana pasada registró la temperatura más alta del planeta (48,9 grados centígrados).

5,8 MILLONES DE HECTÁREAS CALCINADAS

    El termómetro ha bajado desde entonces y las lluvias torrenciales han aliviado temporalmente la situación, pero los expertos advierten que la intensidad de los fuegos puede ser aún mayor en los próximos días si algunos de los más de 200 focos detectados en el sureste del país llegan a converger, impulsados por los fuertes vientos.
     La superficie afectada por los incendios en todo el país en los últimos meses llega ya a 5,8 millones de hectáreas, una extensión superior a la de Extremadura.
     Aunque el 35% del territorio de Australia es desértico o semidesértico, los fuegos han arrasado el sureste del país, la zona más húmeda, con el clima más templado y con las mayores reservas naturales. Nueva Gales del Sur y Victoria acogen también algunas de las zonas turísticas más populares. Se estima que los fuegos han destruido más de 1.300 hogares y han forzado la evacuación de decenas de miles de personas.

CANGUROS.

     Las imágenes de canguros huyendo del fuego apocalíptico han dado también la vuelta al mundo. La atención se ha centrado en los incendios que asolan Isla Canguro, la tercera mayor del país, protegida en una tercera parte como "santuario" de especies endémicas.


El cadáver de un canguro en Isla Canguro
     La población de 50.000 canguros se ha visto afectada por los fuegos, pero nuevamente han sido los koalas los más perjudicados. La dirección del Parque Natural ha creado una enfermería especial y una amplia zona de hábitats para koalas rescatados.

COCABURRAS.

     La playa de Bastion Point, en el estado de Victoria, donde miles de vecinos fueron evacuados para protegerse de los fuegos, se convirtió en un cementerio de cocaburras, las especie más grande de Martín Pescador, y una de las aves más emblemáticas de Australia.
     "Cuando te adentrabas en la orilla, solo veías hojas y pájaros chamuscados, asfixiados seguramente por el humo", declaró un vecino evacuado, Nick Ritar, a The Daily Mail. Los aveteros comunes, de la familia de las garzas, son otra de las especies más afectadas.

ANTEQUINOS.

     La población de antequinos, pequeños marsupiales endémicos de Australia y Tasmania, también ha sufrido los estragos de los incendios. Al igual que los peramélidos y las zarigüellas pigmeas de montaña, una especie endémica y en peligro de extinción en el Parque Nacional de Kosciuszko, gravemente afectado por las llamas. El 40% del hábitat natural del ratón del Río Hastings ha sido destruido. El canguro rata de hocico largo es otra de las especies autóctonas que ha sufrido grandes pérdidas.

RANAS.

    El Nightcap National Park, un bosque de lluvia que había resistido prácticamente intacto durante 60 millones de años, ha sido alcanzado también por las llamas. Se teme que 30 especies de árboles, y de animales endémicos como la rana Assa Darlington, han sido puestos en peligro por los fuegos.
Fuente: El Mundo Ciencia 7/1/2020

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