Mar Capeáns, primera española en un alto cargo del CERN
11/08/2025
Charlamos con Mar Capeáns que será desde 2026 la nueva directora de Operaciones del CERN, el laboratorio de Física de Partículas más grande del mundo. Con más de 30 años de trayectoria en la institución, Capeáns se convierte en la primera española en ocupar un puesto tan relevante. Su liderazgo llega en un momento clave para la entidad, que afronta importantes desafíos científicos y tecnológicos. Este nombramiento también representa un paso importante para la presencia y el liderazgo femenino en la Física de Partículas a nivel mundial.
Además, conocemos qué protocolos globales están en marcha para enfrentar posibles asteroides que amenacen la tierra con Juan Luis Cano, coordinador del Servicio de Información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA.
Fue en la Universidad de Pennsylvania, en Filadelfia (EE UU) donde el físico Howard Brody no sólo impartía clases, sino que curioseaba en el tenis y su relación con la física. En su libro Tennis Science for Tennis Players (1987), Brody se sirve de la física para resolver muchos de los misterios que hay detrás de las grandes jugadas.
Fueron años de estudio los que llevaron a Brody a convertirse en una eminencia en el tema. Todo empezó a finales de la década de los setenta, durante unas vacaciones en Florida, cuando vio a un tenista jugando con una raqueta de gran tamaño. Brody se hizo con ella, se la compró y la examinó en el laboratorio igual que se examina una cepa de virus o un sistema físico desconocido: a fondo.
Midió la velocidad de rebote de la pelota en las distintas zonas de impacto, llegando a la conclusión de que es mayor cuando el impacto ocurre cerca del cuello de la raqueta, y va disminuyendo a medida que el impacto se aproxima al extremo superior. Esto, con la raqueta inmóvil; pero cuando la raqueta se mueve y deja de estar estática, la relación entre ambas velocidades de rebote depende del tipo de movimiento del brazo.
Con estas curiosidades científicas, Brody se empezó a hacer popular. Gracias al tenis había conseguido un camino, una especialización más allá del estudio de la física de partículas al que se entregaría con las primeras colisiones de hadrones en el CERN. Pero sólo por un corto espacio de tiempo. Dejó su puesto como científico en la frontera franco-suiza para volver a su plaza de profesor universitario en Pennsylvania y seguir experimentando con la raqueta. Su pasión por el tenis, deporte que relacionó al extremo con la física, lo absorbió de por vida.
Howard Brody murió un verano de hace diez años, cuando Alcaraz era un crío recién llegado de París, tras haber asistido como espectador al torneo de tenis donde, años después, revalidó el trono parisino tras la final más larga de la historia.
John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis obtuvieron el Premio Nobel de Física 2025 por el descubrimiento de la tunelización mecánica cuántica.
En términos más simples, los galardonados han tratado de responder a una de las grandes preguntas de la física: cuál es el tamaño máximo de un sistema capaz de mostrar efectos cuánticos. Encontrar dónde está el límite en el que aplican las reglas del mundo microscópico y empiezan las que rigen el mundo visible con el que estamos acostumbrados a relacionarnos.
Normalmente, los efectos cuánticos, esas rarezas del mundo subatómico, como que una partícula pueda estar en dos lugares a la vez o atravesar paredes de plomo, solo se observan a escalas diminutas, la de los átomos, los electrones o los fotones. Sin embargo, cuando las partículas se acumulan y forman sistemas mayores, como los seres humanos o las mesas, esos efectos desaparecen. No se sabe de nadie que pueda estar en dos sitios al mismo tiempo y nunca se ha visto que un bolígrafo caiga sobre una mesa y la atraviese.
El mérito de los ganadores del Nobel es demostrar que, empleando la tecnología adecuada, es posible ver y controlar fenómenos cuánticos en un objeto visible.
Entre los años 1984 y 1985, Clarke, Devoret y Martinis realizaron experimentos con un circuito eléctrico en el que demostraron la existencia del efecto túnel cuántico y de niveles de energía cuantizados en un sistema lo bastante grande como para sostenerse con la mano.
El comité del Nobel destacó que este hallazgo une el mundo cuántico con el macroscópico y abre puertas a nuevas tecnologías como la computación cuántica, la criptografía cuántica y los sensores cuánticos. Clarke está ligado a la Universidad de California en Berkeley, y Devoret y Martinis a la de California en Santa Bárbara.
Premio Nobel de Química para Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi por el desarrollo de estructuras metal-orgánicas
La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha otorgado el Premio Nobel de Química 2025 al japonés Susumu Kitagawa, el británico Richard Robson y el jordano-estadounidense Omar M. Yaghi por el desarrollo de unos materiales extraordinarios que pueden contribuir a resolver algunos de los grandes desafíos de la humanidad, como la contaminación o la falta de agua dulce. Llamados MOF (de marco metal-orgánico), forman estructuras porosas con grandes cavidades que les permiten recolectar agua del aire del desierto, capturar dióxido de carbono del ambiente o almacenar gases tóxicos, usos que hace nada parecían de ciencia ficción.
En los MOF, los iones metálicos funcionan como pilares unidos por largas moléculas orgánicas (carbonadas). Juntos se organizan para formar cristales con grandes cavidades, a través de las cuales pueden fluir gases y otros productos químicos. «Una pequeña cantidad de este tipo de material se parece al bolso de Hermione en 'Harry Potter'. Puede almacenar enormes cantidades de gas en un volumen minúsculo», ha señalado Olof Ramstrom, miembro del Comité Nobel de Química, el grupo de expertos que selecciona a los laureados.
Gracias a los descubrimientos de los galardonados, los químicos ya han construido decenas de miles de MOF diferentes para múltiples usos: administrar fármacos en el cuerpo, manejar gases extremadamente tóxicos, atrapar el gas etileno de las frutas —para que maduren más lentamente—, encapsular enzimas que descomponen trazas de antibióticos en el medio ambiente, impulsar una reacción química o conducir electricidad.
Con estos hallazgos, «podemos imaginar la creación de materiales capaces de separar el dióxido de carbono del aire o de los tubos de escape industriales, o que podrían utilizarse para separar las moléculas tóxicas de las aguas residuales», ha indicadoHans Ellegren, secretario general de la academia sueca.
G
gracias a estos materiales, podrían conseguirse «miles y miles de litros de agua del aire del desierto». Esa aplicación «es la que más me inspira y emociona. El agua es vida, y un tercio de la población mundial sufre la escasez de agua. Y nunca se ha logrado algo así antes, no hay precedentes. Creo que esta es la gran virtud de estos materiales», ha comentado Yaghi.
La Real Academia Sueca de Ciencias ha concedido el Premio Nobel de Química 2024 a David Baker, Demis Hassabis y John Jumper por descifrar la estructura de las proteínas.
La mitad del galardón corresponde a Baker por su trabajo en el "diseño
computacional de proteínas”; mientras que la otra mitad, en conjunto, a
Hassabis y Jumper por "predecir la estructura de las proteínas”.
Ta y como explica la institución nórdica, los galardonados "han revelado los secretos de las proteínas a través de la informática y la inteligencia artificial".
"Los químicos llevan mucho tiempo soñando con comprender y dominar por
completo las herramientas químicas de la vida: las proteínas. Este sueño
está ahora a nuestro alcance", agrega, para subrayar que Demis Hassabis
y John M. Jumper han utilizado con éxito la inteligencia artificial
para predecir la estructura de casi todas las proteínas conocidas;
mientras que David Baker ha aprendido a dominar los componentes básicos
de la vida y a crear proteínas completamente nuevas.
"El potencial de sus descubrimientos es enorme", valora, y pone como ejemplo la creación de nanomateriales, fármacos, vacunas de desarrollo más rápido, sensores diminutos y una industria química más ecológica, "por nombrar solo algunas aplicaciones que son de gran beneficio para la humanidad".
Las
proteínas están formadas por 20 aminoácidos diferentes, que pueden
describirse como los componentes básicos de la vida. En 2003, David
Baker logró utilizarlos para diseñar nuevas proteínas, que pueden tener
múltiples aplicaciones, desde diseñar nuevos fármacos
hasta nanomateriales.
En las proteínas, los aminoácidos
están unidos entre sí formando largas cadenas que se pliegan en
una estructura tridimensional, decisiva para determinar la función que
desempeña esa proteína. Desde la década de 1970, los investigadores
habían intentado sin mucho éxito predecir esta estructura a partir de
las secuencias de aminoácidos. Sin embargo, no fue hasta 2020 cuando
Demis Hassabis y John Jumper presentaron un modelo de inteligencia
artificial llamado AlphaFold2, que lo cambiaría todo.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha concedido este martes 8 de octubre el Nobel de Física
a John J. Hopfield y Geoffrey E. Hinton “por descubrimientos e
invenciones fundamentales que permiten el aprendizaje automático con
redes neuronales artificiales”. La versión corta del entrecomillado es
que las aportaciones de ambos han sido claves para el llamado machine learning, los distintos métodos por los que las máquinas aprenden. De hecho, al británico Hinton
se le conoce como el padrino de la Inteligencia Artificial (IA). Por su
parte, el estadounidense Hopfield fue uno de los primeros en idear una
red neuronal artificial.
...
Sin embargo, en 2023 Geoffrey Hinton abandonó la primera línea de investigación, era
hasta entonces vicepresidente de ingeniería de Google, para alertar
sobre el reverso tenebroso de la IA. En una entrevista a EL PAÍS,
el científico británico citaba algunos de sus peligros: “La generación
de noticias falsas ya está causando grandes divisiones en la sociedad.
La eliminación de ciertos tipos de trabajo tendrá un impacto en el
empleo. Aumentará la disparidad de riqueza entre los ricos y los pobres.
Esos son algunos de los peligros inminentes, aunque yo no me centro en
esos, sino en otro de carácter existencial”, decía. Y completaba con la
parte más inquietante de su respuesta: “Hace poco me di cuenta de que el
tipo de inteligencia digital que estamos desarrollando podría ser una
forma de inteligencia mejor que la de los cerebros biológicos”.
Cada año, unos pocos días antes de conocerse los ganadores de los prestigiosos premios Nobel, se celebranlos Premios Ig Nobel.
Son una parodia de los Premios Nobel, quizá el equivalente de los
Razzie de la ciencia, pero con una misión muy clara de promover el
interés del público por la ciencia, la medicina y la tecnología.
Los Premios Ig Nobel son organizados cada año por la revista de humor científico “Annals of Improbable Research”.
El origen del nombre de los Premios Ig Nobel es un juego de palabras
entre “ignoble”, innoble en inglés, y Nobel por Alfred Nobel el creador
de los Premios Nobel. En las propias palabras de los creadores de estos
premios: “Los Premios Ig Nobel honran logros que hacen a las personas
reír, y luego pensar”.
Los Premios Ig Nobel se entregan cada año en septiembre, en una
ceremonia de gala en el Teatro Sanders de Harvard. La gala es seguida
por miles de espectadores alrededor del mundo a través de su
retransmisión online. La gala es en clave de humor y para el deleite de
muchos, los premios son entregados por auténticos ganadores del Premio
Nobel.
Sistema de nominación, elección de ganadores y categorías
El sistema de nominación es abierto y las normas no prohíben
nominarse a uno mismo. Cualquiera puede proponer candidatos escribiendo a
la siguiente dirección de correo electrónico: marc@improbable.com.
Los organizadores reciben más de 9000 nominaciones al año, entre el 10 y
el 20% de las nominaciones cada año son de candidatos que se nominan a
ellos mismos.
Los ganadores son elegidos por un comité de científicos que incluye
ganadores de Premios Ig Nobel y Premios Nobel, divulgadores científicos,
atletas y funcionarios públicos entre otros. Tradicionalmente en el
último día de deliberaciones se invita a un transeúnte al azar para
ayudar en la elección de los ganadores.
Las categorías premiadas cada año no son siempre las mismas pero
suelen incluir las categorías de los Premios Nobel: física, química,
fisiología/medicina, literatura y la paz, además de otras categorías
como salud pública, ingeniería, biología e investigación
interdisciplinaria.